¿Qué significa estar
crucificado con Cristo? (Galátas 2:20)
¡Entender esta enseñanza es de vital importancia!
Escrito por Johan Oscar Smith
“Sabiendo esto, que nuestro viejo
hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea
destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.” Romanos 6:6.
Pablo escribe que nuestro viejo hombre
fue crucificado como si fuera algo ya creído y conocido. Hoy en día,
este es un tema muy poco conocido entre los cristianos. Y los que saben de el,
no lo creen, por lo cual no les ayuda ni les beneficia.
Hace un tiempo un hombre testificó
que ahora cree que está crucificado con Cristo, y que fue un acto de fe. Él se
veía tan alegre. Fue maravilloso escuchar, pues era algo completamente
diferente a el viejo entendimiento de: cometer pecado y recibir gracia para ser
perdonado. Puede que para un recién convertido el perdón de pecados es algo
emocionante, pero, cuando una persona se ha hecho maestro en Cristo y sigue
pecando, es deplorable y no carece de fuerza. En algún punto tenemos que llegar
a victoria sobre todo lo que sabemos que es pecado, porque todo el pecado
consciente es del viejo hombre. Al vivir una vida en victoria vamos
descubriendo gradualmente más y más el pecado que es inconsciente. Cuando
recibimos luz sobre el pecado inconsciente, tenemos entonces que crucificarlo
para que el cuerpo de pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al
pecado.
Por la fe mantenemos al pecado en
donde debe estar: en la muerte. Y así también nosotros nos consideraremos
muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. El
pecado no debe reinar en nuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcamos en
sus concupiscencias. (Romanos 6:11-12)
Tenemos deseos en nuestro cuerpo
mortal, pero no debemos obedecerlos. En otras palabras, estamos muertos a los
deseos. Hemos recibido poder para hacerlo al entrar en esta batalla de la
fe: Muertos con Cristo, crucificados con Cristo.
“Con Cristo estoy juntamente
crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí.” Gálatas 2:20. Si Pablo pudo creer que él estaba crucificado con Cristo,
también nosotros podemos creerlo. Por eso está escrito: “Pero los
que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.” Gálatas
5:24.
¿Por qué entonces no vivir en
victoria? Lamentarse y quejarse de la continuas derrotas se puede escuchar muy
humilde, pero la raíz de esto es solo pecado e incredulidad. De una misma
fuente no puede salir agua dulce y amarga. (Santiago 3:10-11)
No ayuda estar al pie de la cruz; no
fue al pie de la cruz donde Jesús venció. ¡Tenemos que estar en la cruz! Ahí es
donde Jesús venció a los principados y a los huestes espirituales del infierno.
Y ahí es donde nosotros también vencemos.
Pastores y predicadores deberían de
empezar a enseñar esto a los discípulos lo antes posible, porque es un hecho
que solamente algunos creyentes tienen fe y un claro entendimiento sobre este
asunto. Y es de vital importancia.
Este artículo está traducido del
noruego, y fue publicado con el título “Korsfestet med Kristus”(Crucificado con
Cristo) en Septiembre de 1935.
© Copyright Stiftelsen Skjulte Skatters Forlag, Noruega.
© Copyright Stiftelsen Skjulte Skatters Forlag, Noruega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dios te siga bendiciendo