¿CÓMO PODEMOS CRIAR HIJOS PIADOSOS?
En
primer lugar, tenemos que desarrollar una relación dedicada a Dios, a medida
que estudiamos y leemos Su manual de instrucciones sobre la forma de educar a
los niños: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón,
con toda tu alma y con toda tu fuerza. 6 Estas palabras
que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. 7 Las
enseñarás diligentemente a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en
tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.”
(Deuteronomio 6:5-7)
Como padres, primero tenemos que amar al Señor con todo
nuestro corazón y poder, mostrando de esta manera a nuestros hijos el gran amor
que sentimos por Él. La razón de esto es que no podemos enseñar a nuestros
hijos lo que nosotros mismos no tenemos. Y así, la base de un buen matrimonio y
de cómo cuidar de nuestros hijos, es amar al Señor supremamente por encima de
cualquier otro amor.
Muchos padres no entienden que un matrimonio piadoso y
sólido añade estabilidad a la vida de un niño. Sólo cuando cada cónyuge ama
sinceramente a Dios y El es absoluto Señor de su vida, ellos pueden construir
una base espiritual sólida y duradera que es vital para la educación exitosa.
La Biblia no da ninguna excusa para un padre o madre soltera no educar a sus
hijos en el conocimiento de Jesucristo. (2 Timoteo 1:5)
Noventa y cuatro por ciento (94 %) de todos los
cristianos fundamentales aceptaran a Jesús como su Salvador, cuanto eran muy
jóvenes; y sesenta y cinco por ciento (65 %) de todos los cristianos fueron
llevados al Señor por sus padres.
Como padres, no podemos esperar a que alguien lleve a
nuestros hijos al conocimiento salvador de Jesús, que garantiza que no van a
pasar la eternidad en el infierno. Dios ordenó que todos los padres lleven a
sus hijos al Salvador y en los caminos de la justicia, porque nuestros hijos
son un don precioso de Dios. Por lo tanto, criar hijos piadosos, que honran a
Cristo demuestra nuestro agradecimiento por estos preciosos regalos.
La Biblia es el manual de instrucciones de Dios que usamos
para criar a nuestros hijos, ya que es Él quien creó la unidad familiar. Ellos
necesitan aprender quien es Él, y cómo obedecer y respetar a su Creador.
Comprender la necesidad más grande de nuestros hijos
comienza con el reconocimiento de su mayor problema. El principal problema es
que son pecadores de nacimiento (Salmo 51:5). Los niños no vienen a este mundo
buscando a Dios y su justicia. Ellos nacieron como pecadores y necesitan ¡El
Salvador! La tendencia
al pecado conduce sus corazones y mentes, hasta que
llegan a conocer y tener una relación con su Señor y Salvador Jesucristo. La
necesidad más urgente de todos los niños es la regeneración. Los padres deben
enseñar a sus hijos temprano en la vida para tener una relación personal con
Jesucristo.
Para tener éxito, los padres deben comprometerse a
escudriñar las Escrituras y leer libros basados en la Biblia que dirigen
ellos estar en armonía, cuando enseñan a sus hijos. Si los padres no pueden
ponerse de acuerdo, sus hijos hábilmente los manipulan para conseguir su
camino.
Los niños deben asistir a la iglesia como bebés recién
nacidos y luego recibir la educación adecuada de acuerdo a su edad para el
resto de su vida. Se les debe animar a participar en el coro de niños, cuentos
de Navidad y otras actividades que se ofrecen en su iglesia.
Los padres tienen que educar y proteger a sus hijos. En
una cultura que se infiltró con el pensamiento humanista, la inmoralidad
sexual, los medios de comunicación sin Dios, los pedófilos y los falsos
maestros, por nombrar algunos, es absolutamente esencial que los padres asuman
la responsabilidad por el bienestar espiritual de sus hijos. La mayor parte de
la protección es enseñar a los niños la verdad para rechazar las mentiras de
Satanás que trata de echar raíces en sus corazones. Los padres deben darse
cuenta de que es su responsabilidad de proteger a su mente y entrenar a su
hijo. ¡Éste es su deber ordenado por Dios!
El padre debe disciplinarse y hacer que devociones junto
con su familia sean una prioridad en su casa. Es de vital importancia que el
construya una base bíblica para sus hijos porque la Biblia nos dice: “que
la cabeza de todo hombre es Cristo (el Mesías), y la cabeza de la mujer es el
hombre, y la cabeza de Cristo es Dios,” (1
Corintios 11:3). Dios ha dado a los hombres la responsabilidad de ser el jefe
de la casa. Ellos tienen un trabajo que hacer, que responderán a Dios en el Día
del Juicio.
Sí, la madre puede y debe ayudar con la instrucción; pero
si el padre no toma el papel principal, los niños no van a tomar en serio. Si
no ven a su padre leyendo la Biblia, es probable que no lo lean tampoco.
Incluso si la madre estudia la Biblia con regularidad, y el padre se niega a
obedecer a Dios y enseñar la Biblia, los niños pensarán que no tienen que leerlo
también.
Como líderes, los hombres son responsables ante Dios por
todo lo que sucede en sus familias. Proverbios 22:6 dice: “Instruye
al niño en el camino que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de
él.”
Tenemos que darnos cuenta de que Proverbios fue escrito
para los hombres. Salomón, que era “más sabio que todos los hombres” (1 Reyes
4:31), escribió Proverbios como instrucción a sus hijos. “Oye,
hijo mío, recibe mis palabras, y muchos serán los años de tu vida.” (Proverbios
4:10) y “escucha, hijo mío, y sé sabio, y dirige tu
corazón por el buen camino,” (Proverbios
23:19). La formación espiritual de los niños es la responsabilidad del hombre.
Él puede tener la ayuda de su esposa, pero él es el único responsable ante
Dios.
La Biblia nos dice que por sus frutos los conoceréis
(Mateo 7:20), y “por sus hechos el niño deja entrever si
su conducta será pura y recta.” (Proverbios
20:11)
El Señor está con nosotros para nos guiar y nos ayudar a
través de Su Espíritu Santo para crear hijos piadosos; por lo tanto: “Confía
en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo
en todos tus caminos, y Él allanará tus sendas.” (Proverbios
3:5-6)
Fuente mvmspanish
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